¿Por qué es importante el material natural en el juego?

Desde siempre me ha gustado jugar más con los envoltorios que con los regalos en sí. De pequeña no es que no hiciera caso a los juguetes que me traían los reyes Magos o Papa Noel. Lo que si es cierto es que guardaba las cajas y los papeles de regalo para luego hacer casitas y hacer manualidades. Y mis hijas son iguales. Sobre todo la pequeña recoge las cosas que se va encontrando cuando vamos de paseo. Palitos, piñas, pétalos de flores… cosas que va guardando por casa como “tesoros” y luego las utiliza para los juegos más variados.

Finalmente, cuando paras y observas a tus hijos en el campo te das cuenta que no les hacen falta grandes juguetes para el juego genuino. Para que se lo pasen realmente bien.

Además, los que estamos metidos en el mundo de la educación o de la crianza, y más si hablamos de edades tempranas, estamos hartos de escuchar que el material natural en el juego es el mejor por sus posibilidades. Pero nos encontramos a veces que las familias o los amigos nos preguntan: “oye, ¿por qué me piden tantas piñas en el cole?”. O “¿de verdad usáis tanto todas las hojas y palos que llevamos a las clases?”

Y es que, la naturaleza es usada como auténtica mediadora. Como apoyo pedagógico para que los peques experimenten y desde esa experimentación conozcan el mundo que les rodea.

El material natural en los espacios de aprendizaje, sobre todo en los de los más pequeños, les aporta nuevas vivencias. Le da más información acerca del mundo circundante que aún no conocen. Además les ofrece una gran variedad de experiencias adaptadas a sus necesidades evolutivas de acción y exploración.

En esta primera etapa los niños se relacionan con su entorno a partir de la información que le aportan sus sentidos y a partir de sus objetos más próximos. Por ello debemos facilitarles elementos que les proporcionen mucha información, sonidos, peso, color, texturas diferentes…

Además, es estupendo poder ofrecerles una alternativa al material que normalmente tenemos en nuestras casas, y con ello ampliar sus experiencias manipulativas. El carácter polivalente del material natural en el juego les permite múltiples comunicaciones y nos ofrece actividades pedagógicamente más variadas. El material natural ofrece un ambiente más cálido, relajado y tranquilo que nos permite darle a los espacios un clima más acogedor.

Material Natural llamamos a todo aquel que podemos encontrar a nuestro alrededor, en nuestro entorno más cercano, y que no ha sido “fabricado”. Así que este material no se limita solo a un palo, piedra que podemos encontrar en cualquier parque: piñas, flores, hojas de los árboles, tierra, troncos de madera, conchas de la playa…

Relacionado con el material natural está también la teoría que el arquitecto Simón Nicholson. Desarrolló “La teoría de las Loose parts” que de forma escueta decía que los niños tenían una fijación por recoger y acumular materiales diversos de su entorno, sin un fin definido, para luego desarrollar juegos diferentes y poner en práctica su gran capacidad creadora.

Para Nicholson “Loose parts” son todos aquellos materiales susceptibles de recoger, mover, transportar, adaptar, combinar, manipular, cambiar, pegar o usar individualmente… Es decir, vale casi todo; dándole especial importancia a los materiales naturales. Éstos proporcionan un mayor placer sensorial y además se encuentran libremente, presentan diferentes formas y colores, nunca son iguales entre sí…

También hizo hincapié en su teoría, en que no hay una manera correcta de jugar con este material, sino que cada uno los usa libremente, y de esta forma no solo se expresan, sino que es la esencia de la idea de la creatividad. Así tienen el control de su propio juego, dirigen la situación, eligen según sus preferencias (y no las nuestras).

Manipular, investigar y jugar con distintos materiales nos aporta un gran conocimiento; no solo de nuestro entorno, sino de las reglas con las que funciona todo. Aprendemos de matemáticas y de física; experimentamos pesos, fuerza, velocidad, la ley de la gravedad.

También aprendemos masa y volumen, con los trasvases de agua, arena, harina… Desarrollo lógico–matemático a través de las series y clasificaciones (colecciones); o del juego de las construcciones (haciendo por ejemplo torres con las maderas o con las piedras).

En definitiva, el material natural es polivalente, y para nosotros es la esencia de lo creativo.

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AUTORA: Marian Rodríguez, Mamá y Maestra de Educación Infantil y Primaria.