Cómo los estereotipos de género condicionan a nuestros hijos desde la infancia (y qué podemos hacer al respecto)
Ayer fui con mis hijas a comprar pijamas en un centro comercial y, una vez más, salí indignada por la forma en que se nos vende el género desde que somos pequeños. Visitamos cuatro tiendas, y en todas ellas el panorama era el mismo: pijamas para niñas en tonos morados y rosas con princesas o personajes femeninos, y pijamas para niños en colores oscuros con superhéroes o motivos de videojuegos.
Los estereotipos de mi infancia que se repiten
Nunca fui una niña «princesa». Mi madre y mi abuela tenían que esforzarse para encontrar ropa que me gustara y que «fuera de niña». Esto me llevó a explorar ambas secciones de ropa desde joven, aunque no siempre fuera bien visto. Sin embargo, ¡han pasado más de 30 años! ¿No debería estar esto superado?
En mi familia, nos esforzamos por romper estos moldes. Siempre recorremos todas las zonas de la tienda, permitiendo que mis hijas elijan libremente entre pijamas de «Harry Potter» (en la sección de niños) y de «Frozen». Pero ayer, mientras escuchaba a otras familias decir frases como “No, ese es el lado de las niñas” o “No cojas ese pijama, es de niño”, me cuestioné: ¿Cómo no se dan cuenta del impacto de estas palabras?
Estas frases no solo dividen el mundo en colores y roles específicos, sino que también envían un mensaje implícito: «Eso no es para ti». Así, limitamos su capacidad de expresarse y explorar, encasillándolo en lo que «debe» ser y hacer. Cada palabra cuenta en la construcción de su autoestima y de su libertad para ser quienes realmente son.
El bombardeo de estereotipos en Navidad
La situación se agrava en Navidad. La publicidad de juguetes se intensifica, y con ella, los mensajes subliminales (y no tan subliminales) que separan lo que “es para niños” de lo que “es para niñas”. Catálogos en los que la publicidad esta todavía diferenciada por colores aunque ya no aparezca el “para niños o para niñas” y en las tiendas Pasillos enteros decorados en rosa y morado para ellas, y en azul y gris para ellos.
Esta publicidad que perpetua la consolidación de estereotipos y roles de genero desde que son pequeños. Ideas como que el color rosa es de niñas y el azul o las actividades más trepidantes y peligrosas son para los niños.
Esto, y no vale mentir, seguimos viéndolo cada año en las campañas de Navidad.
Vale, pero ¿Qué son los juguetes sexistas?
Los juguetes sexistas son aquellos que perpetúan ideas como que las niñas deben ser cuidadosas, dulces y centradas en las tareas del hogar, mientras que los niños deben ser valientes, competitivos y aventureros.
Pero el problema no es solo del juguete en sí, sino de cómo está diseñado y comercializado para un género específico. Esto influye en la forma en que los niños y niñas entienden su identidad y construyen su visión del mundo.
De esta forma en las estanterías de los comercios y grandes superficies, encontramos ya una zona de niños y otra de niñas.
Una decorada con colores en la gama de rosa a morado, para las niñas, y entre gris y azul para los niños (cartelería, imágenes de los juguetes e incluso los propios pasillos de las tiendas tienen estos colores) Y en esta dualidad, los juguetes que nos venden dedicados a las “niñas” tienen que ver con la dulzura, el maquillaje, vestidos, muñecas, bebés y cocinitas.
Y los dedicados a niños tienen relación con el deporte, superhéroes, aventuras, acción, la construcción, los medios de transporte, la competencia y la violencia.
Con la consecuencia que tienen ambas vertientes para el desarrollo de los niños y de las niñas.
Así que la elección de los juguetes determinará la construcción de la identidad de ambos y por tanto la manera en que interpretarán el mundo mientras van creciendo.
El juego debe ser libre y espontáneo
El juego es el lenguaje natural de la infancia y una herramienta clave para el desarrollo.
A través del juego, los niños y niñas no solo se divierten, sino que también exploran el mundo, desarrollan habilidades sociales, físicas y emocionales, y construyen su identidad.
Sin embargo, cuando imponemos roles de género a través de juguetes y mensajes, limitamos su creatividad y aprendizaje.
Por ejemplo, imagina a un niño al que constantemente se le anima a jugar solo con bloques de construcción o vehículos. Aunque desarrolla habilidades espaciales y de resolución de problemas, se le priva de explorar el cuidado y la empatía que podría aprender jugando con muñecas o juegos de rol domésticos. Lo mismo ocurre con una niña a la que únicamente se le ofrecen cocinitas o sets de maquillaje, limitando su exposición a juguetes que fomenten la lógica, la exploración o el liderazgo.
Cuando permitimos que el juego sea libre y espontáneo, los niños y niñas tienen la oportunidad de expresarse tal y como son ,cada uno, de forma individual y única, sin restricciones.
Esto les permite un aprendizaje integral que incluye habilidades emocionales, cognitivas y sociales. Y además, rompemos barreras y contribuimos a formar una sociedad más equitativa, donde cada persona pueda desarrollarse plenamente sin limitaciones impuestas, y en base a lo que siente y percibe de sí mismo.
¿Por qué es importante eliminar los estereotipos en los juguetes?
Cuando un niño juega con una cocinita o una niña con un juego de construcción, desarrollan habilidades esenciales sin las limitaciones de los estereotipos. Permitir esta libertad no solo enriquece su aprendizaje, sino que también les enseña que no hay actividades exclusivas para un género.
Y al final, esto repercute en todos nosotros. Eliminar los estereotipos en los juguetes no solo beneficia a cada niño y niña individualmente, sino que también contribuye a construir una sociedad más inclusiva, equitativa y diversa.
¿Entonces qué debo tener en cuenta antes de elegir un juguete?
Lo primero y fundamental es:
TENER PRESENTE QUE NO EXISTEN JUGUETES PARA NIÑOS O PARA NIÑAS. LAS NIÑAS Y NIÑOS APRENDEN JUGANDO, CON TODO.
El juego es libre y espontáneo por definición. Evita por tanto los juegos o juguetes que inducen solo a un tipo de juego u otro y que perpetúan la idea de “para niño” o “para niña” Esto son sólo prejuicios sociales sexistas.
Después de esto:
- Elige juguetes según la edad del niño y la niña. No todas las edades tienen los mismo intereses y necesidades.
- Lee e infórmate previamente del juguete que compras. Etiquetas de seguridad e instrucciones son importantes.
- Elige juguetes que puedan tener más de un uso o que sean respetuosos con el medio ambiente.
- Deja que el niño o tu elija el color, no dejes que el color defina quien puede jugar con qué.
- Evita los juguetes que generen competitividad o violencia.
- Elige juguetes o juegos en los que se promueva la diversidad y en los que se reúnan niños y niñas cooperando.
- Los juguetes “abiertos” permiten más de un único juego, potencian la creatividad y potencian tanto juegos tranquilos como los que requieran más movimiento.
- Busca juegos, juguetes, libros y videojuegos en los que se nombren y estén presentes tanto a niños como a niñas.
Hacia un futuro más igualitario
Aunque queda mucho por hacer, ya hay avances. Muchas marcas y administraciones han comenzado a trabajar en campañas que fomentan juguetes igualitarios y una publicidad inclusiva. Algunos catálogos ya muestran a niños y niñas jugando indistintamente con todo tipo de juguetes.
Te invito a reflexionar sobre cómo podemos contribuir a este cambio, eligiendo juguetes que fomenten la igualdad y evitando frases que refuercen estereotipos.
Recursos para elegir juguetes no sexistas
Aquí tienes algunos enlaces útiles con recomendaciones para estas fiestas:
- Guía de juguetes igualitarios – Junta de Andalucía
- Más que rosa y azul – Instituto Aragonés de la Mujer
Este año, regala igualdad.
Porque un juguete puede ser mucho más que un simple entretenimiento: es una herramienta para cambiar el futuro.
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AUTORA: Marian Rodríguez Mamá y Maestra de Educación Infantil y Primaria.
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