¿Compensa el método Estivill con tal de dormir?

¿Compensa el método Estivill con tal de dormir? 

Hace aproximadamente quince años, yo creía que mi bebé no dormía bien. Con mi segunda hija, comprendí que lo que experimenté con mi primer hijo no era realmente falta de sueño. En ese momento, el Método Estivill surgió como una solución garantizada para que los bebés duerman, ofreciendo también descanso a los padres. Este es un deseo común entre los adultos. 

Por aquel entonces, desconocía mucho sobre el sueño infantil, sus ciclos y la infancia en general. Comencé a intuir que, como padres, nuestra principal preocupación sobre el sueño de nuestros hijos no es tanto su salud, sino que nos permitan dormir a nosotros, los adultos. 

El Método Estivill parece ser la solución más efectiva desde una perspectiva adultocentrista. Si la prioridad es que los padres duerman sin considerar el bienestar del niño, sus niveles de cortisol o su capacidad emocional futura, este método es la opción. 

En su momento, muchas personas me aconsejaron que no dejara a mi bebé dormir con nosotros. Me sugirieron dejarla llorar para que aprendiera a dormirse sola y evitar malcriarla cogiéndola constantemente. Afortunadamente, suelo ser reacia a seguir consejos que no me resuenan, y no hicimos nada de lo que se consideraba “normal” en ese momento. 

Pensaba que estas prácticas ya estaban obsoletas. Hace quince años, no teníamos el acceso a la información que tenemos ahora, ni la cantidad de divulgación, estudios y datos veraces disponibles. Sin embargo, me sorprende ver que, hoy en día, el Método Estivill sigue siendo una de las búsquedas más comunes en internet y se considera una opción viable, a pesar de la evidencia sobre sus consecuencias negativas para la salud emocional del bebé a corto y largo plazo. 

 

El Método Estivill ¿Qué es? 

Con este método pasa como con Juego de Tronos si eres madre o padre y no has oído hablar de él es que vives en una cueva. Pero ¿ en que consiste? El resumen es “ dejar  llorar a tu hijo cuando le metas en la cuna por la noche para que se acostumbre a dormir solo/a sin tu ayuda”

Según el método Estivill a los 6 meses el niño ya debe dormir solo, en su cuna, en su propia habitación, con la luz apagada ( y casi contento)   Debería de  dormir además entre 11 o 12 horas del tirón. Y si a los 6 meses el bebe no duerme solo de esta manera tiene un trastorno del sueño. 

Además según el método, la madre o el padre van a la habitación si el bebe llora para que sepa que no se le ha abandonado  y le dicen: “buenas noches” cariñosamente y le repetimos “a partir de ahora vas a dormir solo” pero sin tocarle, acercarse, cantarle o hablarle nada más. Y entonces el adulto se va de la habitación, da igual si el niño o la niña sigue llorando o no. 

También hay que saber es que Estivill propone una tabla de tiempos, de minutos exactos que debe esperar el padre o la madre antes de entrar a la habitación del niño que llora. Detallado por días y esperas (primera, segunda, tercera y sucesivas esperas) A más días, más minutos de espera, y también el tiempo se prolonga sumando minutos si es la primera o la quinta que se entra a la habitación a decirle otra vez lo mismo “ buenas noches cariño, a partir de ahora vas a dormir solo/a”. 

La prioridad del método es que los bebés duerman solos, sin intervención directa de los padres, adaptándose a los ritmos de estos lo antes posible y no al revés. Es fundamental seguirlo al pie de la letra para que funcione; cualquier variación se considera un error que impide el éxito del método. 

Impacto en el Vínculo y el Desarrollo Emocional 

El llanto del niño está evolutivamente diseñado para que la figura de apego responda a él. No seguir nuestro instinto más primitivo genera frustración en los padres. Por otro lado, un niño de 6 meses ya está cambiando sus ritmos de sueño y cada vez se parecen más a los del adulto, pero no significa que el bebé esté preparado para dormir solo. Cada niño tiene un ritmo de maduración distinto. No todos los niños y las niñas son iguales, y lo que aparentemente sirve para uno, para otro no sirve. No puede por tanto escribirse un “manual de instrucciones “para todos los niños y niñas por igual porque no son coches o microondas. 

Los bebés necesitan saber que están protegidos. Evolutivamente, la necesidad de dormir en grupo proviene de la época en la que los depredadores acechaban por la noche. Es pura supervivencia, por eso los animales siguen durmiendo cuanto más juntos mejor, en grupos y en manadas. Si un bebé, acostumbrado a ser consolado, no recibe respuesta, esto le genera mucho sufrimiento. En este método, cuando  el bebe llama a su figura de apego, acostumbrado a que le toquen, le cojan, le acaricien para calmarle, y de repente no lo hacen, entienden que su figura de apego está allí pero no hace nada para calmarle. Se convierte en alguien que no le ayuda en momentos difíciles. Si esto se repite muchas veces, claro que el niño deja de llorar, pero no porque aprenda a ser autónomo. Aprende que llorar no sirve de nada porque no encuentra consuelo.  

Aprender que las figuras de apego no van a ayudar cuando se necesita calma influye sin duda en cómo se relacionará tu hijo con los demás cuando sea adulto. 

¿Cómo podemos acompañar el sueño desde el respeto? 

Desde mi punto de vista, lo principal para acompañar el sueño desde el respeto es entender que cada unidad familiar tiene unas necesidades distintas de otra y que cada niño o niña es diferente de otro. Y desde ahí las mismas formulas no son válidas para todas las familias ni sus circunstancias propias y peculiares, ni para todos los peques que viven en diferentes familias que “esperan” unos comportamientos u otros. 

Y partiendo esta premisa, para poder acompañar cualquier proceso me parece fundamental conocer al menos las características del sueño infantil. Y así no pedirle a un bebé o a un peque menor de 3 años comportamientos en el sueño para los que aún no están preparados. Conocer las características, del sueño, y entenderlo es la clave para poder acompañar a nuestros peques desde el respeto. 

A veces entendemos muy bien que un peque de cuatro meses no puede andar, pero no entendemos porque se despierta tantas veces en la noche o prefiere dormir pegadito a nosotros y no en su propia cuna. 

No hay que  “enseñar al bebe a dormir”  los bebés ya duermen en el vientre de sus madres. Los estudios nos dicen que desde el sexto mes existe ya el sueño REM dentro de la madre y a partir del séptimo también el No REM. No tenemos que enseñarles a dormir, solo debemos entender cómo evoluciona su sueño hasta que llegue a ser como el de un adulto.  

Mi Opinión Personal 

Personalmente, siempre he considerado el Método Estivill una aberración. Dejar llorar a un bebé a propósito es algo que me resulta incomprensible y para lo que estoy incapacitada. No puedo escuchar el llanto de un bebé sin sentir la necesidad de atenderlo. No entiendo cómo otras personas no reaccionan de la misma manera. 

El método Estivill, no sólo es conductismo, sino que, además, es el tipo  conductismo  usaba Skinner en sus experimentos con ratas y palomas. Estaría dentro de lo que se llama” conductismo operante” que utiliza los premios y los castigos para conseguir la modificación de la conducta deseada. Es decir , se deja de prestar  atención al niño hasta que deje de hacer lo que no nos gusta. 

Muchos siguen pensando que los niños llegan para controlar y manipular a sus padres , o que hace las cosas para “ fastidiar”  no que el niño realmente pide  atención porque la necesita.  

Esta visión adultocentrista y negativista sobre la infancia acarrea a muchas familias mucho dolor y sufrimiento: incomprensión, tensión, conflictos, que podrían evitarse con una visión más amables y veraz sobre los niños. Los niños no nos manipulan, nos necesitan. Necesitan compañía, cuidado, atención, comprensión y mucha empatía y cariño por nuestra parte. 

En conclusión, el Método Estivill puede parecer una solución rápida para los problemas de sueño en bebés, pero sus consecuencias negativas tanto a corto como a largo plazo hacen que no merezca la pena. La crianza respetuosa y sensible, que responde a las necesidades emocionales y físicas del bebé, es esencial para su desarrollo integral. Optar por métodos que promuevan el bienestar emocional y un vínculo seguro es una inversión en el futuro saludable y feliz de nuestros hijos. 

 

¿Te gustaría saber más?

Si te interesa aprender más sobre el sueño infantil échale un vistazo a nuestro cursoEl sueño en la primera Infancia” donde nuestra Psicóloga Cristina de Arespacochaga nos explica las bases del sueño y nos da pautas para acompañar mejor el sueño de nuestros peques.  Si quieres más información o necesitas asesoramiento, puedes contactarnos. Y si te gustó este artículo y quieres seguir aprendiendo, síguenos en Instagram o Facebook. ¡Te esperamos! 

AUTORA: Marian Rodríguez. Mamá de dos y Maestra en Educación Infantil y Primaria.

15 de julio de 2024
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